La moda británica “Enfant terrible”, Alexander McQueen, salió de la oscuridad para convertirse en uno de los mejores diseñadores de moda del mundo hasta su inesperada muerte en 2010. Sus obras fueron deliberadamente provocativas y también sensuales. En la primera habitación de Savage Beauty en V&A, Londres, su colección de 2006, Widows of Culloden, presentaba una serie de vestidos y trajes de encaje de seda negra que McQueen llamó “el lado oscuro de mi personalidad”.
Al igual que Jean Paul Gaultier antes, McQueen también usa la ropa de las tribus africanas como fuente de inspiración. La colección 2000, presentada en una habitación interior oscura, muestra las obras de diseño que la tribu Yoruba reutiliza en Nigeria. La gran versatilidad de McQueen es lo que sorprende a los espectadores, porque una temporada refleja sus raíces escocesas, representando varios vestidos de tartán, mientras que otra muestra una magnífica colección con chaquetas de terciopelo y vestidos de cóctel. La combinación de drama y experimentación, que es el sello distintivo del trabajo del diseñador, es claramente visible en cada colección elegida para la exposición.
Lo más destacado de Savage Beauty es la habitación interior con techos altos, que muestra artefactos de todas las carreras de diseñadores, incluidas fotos de modelos, pasarelas, zapatos de plataforma y bolsos inusuales. La serie de diseños de cada fase de su trabajo es un catálogo de cuán lejos se desarrolló McQueen desde sus primeros días como sastre de línea de Saville. Los espacios finales de la exposición destacan la fase del “naturalismo romántico” cuando utiliza materias primas en sus diseños. Este es un movimiento que podría sorprender a los críticos de moda en ese momento, pero sigue siendo una marca registrada de su diseño. Uno de los ejemplos más dramáticos de esta fase se puede ver en el vestido de concha marina, que se coloca de manera prominente en un recipiente de vidrio. El diseño radical del vestido de la cubierta contrasta con las colecciones más convencionales en exhibición. Este diseñador claramente allanó el camino para artistas como Lady Gaga y su famoso “vestido de carne”.
Es interesante notar que en la cima de su carrera, McQueen proporcionó prendas de vestir a personas influyentes, incluida la realeza. Esta exposición muestra claramente cómo utilizó esta creatividad para diseñar algunos de los desfiles de moda más memorables. El amor de McQueen por el romance y su vívida imaginación cobraron vida en sus diseños e incluso los zapatos de plataforma en exhibición eran muy coloridos. Es interesante aprender más sobre cómo su colaboración inicial con diseñadores como Isabella Blow ayudó a su carrera. Esta exposición ofrece una buena imagen de todas sus obras y está diseñada de manera interesante, lo que llama la atención del público. Savage Beauty es como el desfile de McQueen, interesante y atractivo. McQueen es conocido por sus diseños elegantes y poco convencionales, y esta exposición ciertamente abre la puerta para aquellos que quieran saber más sobre él, o simplemente para aquellos a quienes les gusta la moda.